“Invertir en empleos y empresas de energía limpia sigue siendo lo correcto para nuestra economía”
El Presidente de EE.UU., Barack Obama, sigue en su línea de apuesta por las energías renovables, refrendada esta vez por el anuncio desde la Casa Blanca de más iniciativas legislativas.
Una vez más la biomasa y los biocarburantes se benefician de nuevas medidas y de la continuidad de otras, aunque la captura y almacenaje de carbono también gana enteros.
Tres son los ejes sobre las que pretende sustentar el edificio bioenergético: una norma para desarrollar el estándar de combustibles renovables hasta 2022 y bajo la cual se producirán 136.000 millones de litros de biocarburantes; otra norma para financiar el Programa de Asistencia para Cultivos de Biomasa; y una estrategia para promover el desarrollo y comercialización de biocarburantes sostenibles.
La Casa Blanca también informó de otra estrategia, la que debe impulsar el recién creado grupo de trabajo interinstitucional sobre captura y almacenaje de carbono, para acelerar el desarrollo y la implementación de esta tecnología.
Para presentar estas cuatro líneas de actuación, Barack Obama, en un discurso ampliamente repetido tanto por él como por sus secretarios de Estado, volvió a abogar por la independencia energética de los Estados Unidos con la apuesta por las energías renovables. En declaraciones recogidas por el servicio de prensa de la Casa Blanca, Obama cree que “debemos aprobar una medida integral de energía y clima… incluso si no están de acuerdo conmigo sobre la amenaza que representa el cambio climático, invertir en empleos y empresas de energía limpia sigue siendo lo correcto para nuestra economía. Reducir nuestra dependencia del petróleo extranjero es lo acertado para nuestra seguridad”.
80.000 millones de litros de advanced biofuels
En cuanto a la norma aprobada por el Congreso y la Environmental Protection Agency (EPA) para llegar a 2022 con 136.000 millones de litros de combustibles renovables, se establece que casi 80.000 millones procedan de advanced biofuels, grupo en el se incluyen los biocarburantes de segunda generación y todos aquellos que contribuyan de manera significativa a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Según datos aportados por la Casa Blanca, este aumento de combustibles renovables “reducirá la dependencia del petróleo en más de 328 millones de barriles al año y la emisión de gases en más de 138 millones de toneladas métricas al año”.
El Programa de Asistencia para Cultivos de Biomasa, auspiciado por el Departamento de Agricultura, otorga subvenciones y préstamos, además de otras ayudas económicas, para contribuir a la comercialización de los biocombustibles. De hecho, desde dicho departamento anuncian que ya han comenzado a realizar pagos destinados a la recolección, cosecha, almacenaje y transporte de biomasa a instalaciones de conversión en energía.
Por último, dentro del grupo de trabajo sobre biocombustibles, creado en mayo, se trabaja en la elaboración de una estrategia integral para acelerar la inversión en bioenergía estadounidense. Con el anuncio de las medidas anteriores, se dio a conocer el primer informe (Growing America’s Fuel) de este grupo, centrado especialmente en crear y consolidar “un mercado viable a largo plazo para transformar la manera en que el gobierno de Estados Unidos opera por medio de sus diversos departamentos y hacer uso de sociedades estratégicas entre el sector público y el privado”, concluyen desde la Casa Blanca.
Más información:
www.usda.gov