Cuando lo verde está muy verde
Reproducimos a continuación una columna de opinión de la arquitecta argentina Macarena Tomietto publicada en el Foroalfa.
Se puede hacer hoy una arquitectura respetuosa del medioambiente, sólo requiere un cambio de actitud y terminar con el mito de que la construcción sustentable es muy cara.
Los arquitectos nos encontramos frente a un cambio de paradigma.
Tenemos que convencernos sobre la importancia de la arquitectura en el mejoramiento de la calidad de vida de la gente y reflexionar el tema desde una visión amplia que incorpore los aspectos medioambientales.
Así, esta disciplina de «arquitectura Bioambiental» debería verse como una oportunidad y no como una restricción al diseño.
Esto no se trata de una brecha entre «arquitectura convencional» y «arquitectura ambientalmente amigable» sino que la arquitectura, la de siempre, debe madurar e incorporar todas estas cuestiones al diseño.
Por otra parte tenemos también quienes desde un enfoque comercial ven lo sustentable como una excelente herramienta de venta, especulando gracias a una concepción distorsionada donde se cree que una casa es sustentable porque tiene un panel solar, porque el logo del proyecto está en color verde o porque se aprovechó un conteiner (ignorando la cantidad de monóxido de carbono que liberó el camión que traslado el conteiner hasta el emplazamiento).
Todo este asunto se relaciona con la Responsabilidad Social y las tendencias en crecimiento de consumo «Green» hacia productos diferenciados que aporten al cuidado y la preservación del medio ambiente.
Lo cierto es que cada vez son más los que exigen en este tipo de productos y servicios y ya existen organismos que se encargan de certificar si un edificio es sustentable o no. Pero me remito al significado detrás del término «Sustentable» que viene del latín sustentare y quiere decir algo así como proveer el alimento necesario, se aplica a la arquitectura para definir a los edificios que puedan perdurar en el tiempo con la máxima optimización de los recursos y materiales. Esto me lleva a preguntarme ¿Qué es aquello que consideran necesario?, ¿necesario es lo mismo que suficiente?.
Esto sucede porque la sustentabilidad abarca desde la gestión de la obra hasta los hábitos de consumo de los usuarios una vez concluida. Es importante aclarar que una construcción es mucho más sustentable si durante el proceso se trabajó con materiales y mano de obra locales evitando riesgos, recorridos y procesos innecesarios. Otro ejemplo sería el de una obra con pocos desperdicios. Pero como vemos esto implica un nivel de logística, educación del personal y conocimiento que, sumado a la ausencia de políticas oficiales de desarrollo sustentable, hacen mucho más complejo este asunto.
Me pregunto si estamos preparados para esto, si antes no tendríamos que aprender a «tirar los papelitos en el tacho»…
En los últimos años la mayoría de las iniciativas inmobiliarias traen incorporado el concepto de sustentabilidad, pero como dijimos traen solo un concepto, una idea, un slogan. En la Argentina la gran mayoría de los edificios son «gulas» y están «enfermos» (consumen más de lo que necesitan y su calidad de aire interior es pobre). A medida que el costo de mantenimiento de los edificios convencionales aumente, es decir, cuando nos empiece a doler el bolsillo debido al incremento de las tarifas de servicios públicos, este tipo de arquitectura dejará de ser una elección para pasar a ser una necesidad.
Otro mito en torno a este tipo de construcciones es la idea de que la arquitectura sustentable es más costosa o sofisticada que la convencional. El costo de una construcción sustentable puede rondar entre un 2 y un 3% por encima de la construcción tradicional. Este promedio es variable, ya que gracias a un eficiente diseño arquitectónico se pueden alcanzar niveles competitivos, incluso algunos casos han demostrado mantenerse por debajo del costo de la construcción tradicional. En los casos donde se incorporan nuevas tecnologías el precio generalmente se incrementa por los costos de las mismas.
En fin, todo este asunto de la arquitectura sustentable da para rato. Lo importante es que más allá de las especulaciones los profesionales de la construcción y diseñadores tomemos conciencia del impacto de nuestras decisiones en el medio ambiente y la calidad de vida de las personas. Si bien en el contexto latinoamericano y sobre todo en la Argentina esto está muy verde, el cambio es inevitable. En otros sitios ya no se concibe la manera tradicional de producir o consumir si no es sustentable.
¿Podría mencionar algunas prácticas comunes de la arquitectura/construcción convencional, que con facilidad y sin apreciable alteración de costos, podrían reemplazarse por prácticas verdes en nuestro medio, hoy en día?
Puedo mencionar dos:
1) Mediante un diseño arquitectónico eficiente
Esto quiere decir, que la casa sea diseñada con una buena orientación, y que genere, de forma pasiva, corrientes internas de aire. Estas pueden lograrse mediante la ubicación estratégica de aberturas. Esta ubicación estratégica de las aberturas también servirá para captar la mayor cantidad de luz natural durante el día, evitando así el uso innecesario de lamparitas, aunque sean de bajo consumo.
También la elección de cierto tipo de materiales durante el proceso de diseño es importante. Elegir los que sean próximos a la obra hará que evitemos viajes innecesarios disminuyendo la contaminación que se genera mediante el traslado de los mismos. Que sean reciclables, que sean elementos que vengan modulados y puedan reutilizarse fácilmente. Elegir pinturas o adhesivos de base orgánica (como por ejemplo las pinturas al agua que no son perjudiciales para la salud). Otra opción consiste en elegir maderas que provengan de bosques renovables.
La integración del paisaje autóctono es algo simple y muy importante ya que la vegetación, además de representar una hermosa visual, funciona como barrera y generadora de oxigeno (capta co2 y libera o2), crea un microclima fresco e incluso algunas cambian su follaje y color a lo largo del año generando más sombra durante el verano. Además elegir vegetación autóctona, es decir, propia de la región bioclimática donde se encuentre la construcción, implica un menor mantenimiento (menos riego). En las grandes ciudades la implementación de terrazas o balcones verdes es algo muy sencillo de efectuar debido a los avances en cuanto a nuevas tecnologías y ayudan a disminuir el efecto de isla de calor.
2) Mediante la aplicación de energías alternativas
Hoy por hoy existen numerosos sistemas de captación, tanto para el agua como para la energía solar. En la Argentina los paneles fotovoltaicos son bastante caros con los que muchos optan por incorporar los llamados colectores solares, sobre todo para la generación de agua caliente o calefacción. Con respecto a la captación de agua, donde en la Argentina usamos el agua potable casi para todo, considero importante implementar algún sistema alternativo de aprovechamiento de aguas grises para riego, algunos lavados y descargas de manera que funcione de forma complementaria evitando el uso de agua potable donde no sea necesario. Además del diseño arquitectónico, la planificación y el control de etapas previos a la obra son claves para evitar riesgos y procesos innecesarios y, por ende, tener un proyecto sustentable en todo su ciclo vital (antes, durante y después de la construcción).
Fuente: FOROALFA